Durante la segunda mitad del SXX se experimentó la llamada transición epidemiológica, donde el estudio de las enfermedades infecciosas dio paso a centrar los objetivos de la investigación hacia las enfermedades cardiovasculares y al cáncer.
Un nuevo giro se está produciendo en la actualidad con el desarrollo de la genómica que tiende a la individualización del tratamiento según la carga genética de cada paciente.
Estas transiciones o migraciones traen consigo el que la investigación biomédica se vaya centrando en una población cada vez mas reducida, más selecta de enfermos… aquellos con capacidad económica para pagar los tratamientos cada vez mas elevados.
Y el numero de «descartados» va en aumento… y esto no es un proceso de «olvido» inconsciente («las enfermedades olvidadas»).
Estos giros, transiciones o migraciones epidemiológicas… tienen unos objetivos, que no son solo el mercado de los nuevos medicamentos sino también el control social de la salud. Ya que el «capital» humano tiene un valor prioritario para los países … se necesita un «nuevo hombre» adaptado a las necesidades de la nueva sociedad y que además «perdure en el tiempo».