Si partimos de la afirmación: “La confianza que tienen los pacientes en los medicamentos es la extrapolación de la confianza que tienen en los médicos”.
Si …como decía Paracelso “Todos los medicamentos son veneno, y la única diferencia entre veneno y remedio es la dosis”.
SI… como decía Allen Roses (EX-vicepresidente de genética de GSK) “La mayoría de los medicamentos sólo tiene eficacia entre el 30-50% de las personas que lo toman”.
Si ….la industria farmacéutica actúa sin el control de la sociedad, amenazando el sistema sanitario actual con su actual política de precios y patentes, lo que les reporta una facturación global de 850.000 millones de € (la tercera a nivel mundial después del narcotrafico y el trafico de armas)
Si … como dice Bruce Keogh (Director Médico del NHS) “un séptimo de los tratamientos que se realizan en el Reino Unido son innecesarios”
Si… como dice Peter C Goztsche, “todas las personas que pueden tener impacto en la industria farmacéutica han sido objeto de soborno”
Y si… analizamos las consecuencias de esta realidad reflejada en que “los medicamentos son la 3ª causa de muerte en EEUU”
Llegaremos a la conclusión de Ivan Illich en Némesis Medica, “La medicina institucionalizada ha llegado a convertirse en una grave amenaza para la salud”
Y ante lo cual “es imposible proteger al mismo tiempo los beneficios de las farmacéuticas y la vida y el bienestar de los paciente. ¡Hay que elegir!, SON TIEMPOS DE ELECCIÓN”. En estas elecciones nos jugamos la confianza de los pacientes, elemento indispensable en todo proceso terapéutico.