Un grupo de médicos, farmacéuticos y divulgadores científicos han difundido un manifiesto para pedir a los políticos acciones para frenar las prácticas “oscuras” de la Big Pharma, las grandes empresas farmacéuticas.
En esta ocasión se trata del cardiólogo Aseem Malhotra; Richard Thompson, expresidente del Real Colegio de Médicos de Gran Bretaña; John Ashton, presidente del Faculty of Public Health; el psiquiatra J.S. Bamrah, director médico del Manchester Academic Science Centre; la cardióloga Rita Redberg, editora de la prestigiosa revista médica JAMA Internal Medicine; y el profesor James McCormack, reputado farmacéutico y divulgador científico.
Estos profesionales aseguran que hay demasiados fármacos inútiles y, en muchas ocasiones peligrosos. Que la industria farmacéutica engaña a médicos y población enferma. Que el NHS, el sistema sanitario público británico, no hace nada para evitarlo. Y que hay que hacer una investigación pública completa sobre cómo se asegura la eficacia de los medicamentos por la citada sospecha de que algunos tratamientos actuales sean mucho menos efectivos de lo que pensábamos.
Del manifiesto se desprende que el derecho a la información de la ciudadanía en temas relacionados con su salud es vejado de manera sistemática por las industrias. Existe una “epidemia de médicos y pacientes desinformados”.
El sobrediagnóstico y la sobremedicación, principales males de los sistemas sanitarios occidentales, está conduciendo a una epidemia soterrada de muertes y graves daños provocados por medicamentos.
Lo que estos especialistas indican ahora es cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud, explica y documenta en ese trabajo.
Hoy en los países desarrollados -qué paradoja- el consumo de medicamentos con receta es la tercera causa de muerte tras las enfermedades del corazón y el cáncer. Sólo en USA mueren cada año 200.000 personas por los daños de los fármacos.
Cada vez es más habitual escuchar a prestigiosos médicos y divulgadores científicos criticar a las farmacéuticas, las administraciones sanitarias y muchos de sus colegas por sobremedicar peligrosamente a la población.
Acusan sin tapujos a ese cartel de medicamentos de causar más muertes que los cárteles de las drogas ilegales. Pero su crítica sólo llega con cuentagotas a la arena política. Algo que, parece, está empezando también a cambiar. Al menos en Reino Unido.
El cardiólogo Malhotra es muy contundente en la conclusión de su manifiesto:
“El sistema está roto y no se va a arreglar poniendo más dinero. La codicia corporativa y el sistemático fracaso político ha dejado al sistema de salud de rodillas. Sin transparencia total ningún médico puede proveer lo que hemos prometido en la escuela médica y a lo que nos dedicamos en cuerpo y alma: dar el mejor cuidado a nuestros pacientes.
Por el bien de nuestra salud y la sostenibilidad del sistema ha llegado la hora de emprender una verdadera acción colectiva frente a la cultura de la sobremedicación.
La ciencia médica ha dado un giro hacia la oscuridad. Y la luz del sol será su único desinfectante”.