Las vacunas salvan vidas, pero los países africanos casi siempre tienen que importar los sueros necesarios. Ahora algunos gobiernos están hablando de producir vacunas localmente, pero no es tan simple. El dilema de África está claramente ilustrado por dos conjuntos de estadísticas: casi el 17% de la población mundial vive en el continente, pero produce menos del 1% de todas las vacunas del mundo. Y cada año los gobiernos africanos gastan millones en importarlas. De manera que más y más políticos están pidiendo un nuevo enfoque.
«Tenemos un mercado muy grande hoy», declaró Christophe Bazivamo. Vice secretario general de la Comunidad de África Oriental que forman seis países del este de África: Burundi, Kenia, Ruanda, Sudán del Sur, Tanzania y Uganda. «Solo en el este de África, hablamos de 178 millones de personas, y estamos importando no solo vacunas sino también todo tipo de productos farmacéuticos», se queja Bazivamo.
¿Los precios comenzarán a caer?
«Cuando hablo sobre la fabricación de vacunas a nivel local, mi ministro de finanzas grita ’Aleluya’. Ya que espera que los precios bajen «, afirma William Ampofo. Ampofo es profesor de medicina de Ghana y director de la Iniciativa de Fabricación de Vacunas en África (AVMI), un grupo de presión creado por científicos y compañías farmacéuticas que aúnan esfuerzos. Pero Ampofo no cree que la producción local signifique precios más bajos, al menos no de inmediato. Solo fabricarían pequeñas cantidades, lo que significaría que las vacunas no serían más baratas de producir que las de las grandes empresas extranjeras.
Ampofo hace un cálculo simple para demostrar por qué África podría, no obstante, beneficiarse de la producción local. Solo en 2014, los gobiernos de África compraron casi 900 millones de dólares (790.7 millones de euros ) en vacunas para la inmunización infantil básica. Si estos se produjeran localmente, el 30% del gasto permanecería en el país. «Tiene sentido económico considerar la producción local», declaró Ampofo. «Desarrollará capacidad localmente, aumentará su fuerza laboral, proporcionará empleos para su población más joven, traerá de vuelta a casa a expertos en África, expatriados que viven fuera y que tienen los conocimientos. En conclusión para mí se ganaría siempre .
Ampofo ve otro beneficio para la producción local: «Solo hay dos principales fabricantes de la vacuna contra la fiebre amarilla. Uno de los principales es Brasil. Y eso no podemos permitírnoslo en África, donde tenemos brotes esporádicos casi todos los años», declaró Ampofo. Relató que Nigeria, por ejemplo, tenía que importar grandes cantidades de vacunas de Brasil.
La industria farmacéutica está interesada, pero no exactamente eufórica por la idea. «Podemos imaginar poner nuestro equipo y nuestra experiencia a su disposición», dice Manuel Batz, director de ventas para África del gigante farmacéutico alemán Merck. Esto es, después de todo, un mercado de mil millones de dólares. En abril, la German Healthcare Partnership, una iniciativa del Ministerio de Desarrollo junto con la Federación de Industrias Alemanas, organizó la primera «cumbre de vacunación» en África Oriental.
’Hay que mirar por el beneficio’
Batz estima que, desde un punto de vista técnico, podrían comenzar a producir dentro de dos años. Pero antes de eso necesitarían una aclaración sobre algunas cuestiones centrales. «El problema es el beneficio», afirma en una entrevista. «Cualquier persona que invierta en una planta de fabricación con vacunas de relleno y acabado necesita tener la seguridad de que las vacunas se comprarán a un precio determinado durante un cierto tiempo para tener un entorno de inversión seguro. Aquí el gobierno local será el cliente principal, pero será la única fuente si el costo de las vacunas fabricadas localmente no es mucho mayor que el costo de las vacunas provenientes de la India «.
Sin embargo, muchos gobiernos están esperando su momento, porque los países pobres pueden recibir vacunas a bajo precio a través de la alianza internacional de vacunación, GAVI. Sin embargo, esto cambia cuando las condiciones de vida mejoran, por lo que el profesor de medicina William Ampofo está pidiendo que las cosas se muevan más rápido. «Es un proceso muy difícil», admite. «Pero si no empezamos ahora, todavía estaremos sentados aquí hablando dentro de cinco años».
¿Dejarán a África fabricar sus propias vacunas?
La pregunta que queda en el aire es si la farmacéutica británica GSK (GlaxoSmithKline) líder en el sector de las vacunas dejará que se reparta el pastel de las vacunas que lleva acumulando en los últimos años.
Y es que la farmacéutica cuenta actualmente con un equipo de 2.000 científicos dedicados a avanzar en este campo en tres centros de I+D en Rockville (EE.UU), Rixensart (Bélgica) y Siena (Italia).
Pero, además destacan los 180 acuerdos de colaboración en materia de investigación y desarrollo con otras instituciones. Y así afirma uno de sus directivos “No hay vacuna que no cuenten con una colaboración científica de GSK que la respalde.”
Para GSK los ingresos por las ventas de vacunas en 2017 alcanzaron los 4.600 millones de libras, un 14 por ciento más que lo registrado en 2016. En total, este área supone el 16 por ciento de los ingresos del grupo y las expectativas son de crecimiento ya que cuenta con un total de 40 vacunas, para 22 enfermedades y que cubre a todos los espectros de edad.
Hay que tener en cuenta que la cifra global de negocio de las vacunas supera los 45.000 millones de $ a nivel global.
¿Dejará GSK que se produzcan vacunas en Africa?. Está por ver…