Papa Francisco y enfermosHace unos días el Papa Francisco se dirigía en estos términos a una comisión de salud italiana:

 

Si hay un sector donde la cultura del descarte muestra con evidencia sus consecuencias dolorosas es el sanitario. Cuando la persona enferma no ocupa el centro y no se considera su dignidad, se engendran actitudes que pueden conducir incluso a especular sobre las desgracias de los demás. ¡Y esto es muy grave!

Es necesario estar alerta, especialmente cuando los pacientes son de edad avanzada, con una salud muy comprometida, si sufren de patologías graves y costosas para su cuidado o son particularmente difíciles, como los pacientes psiquiátricos.

El modelo empresarial en ámbito sanitario, si se adopta de forma indiscriminada, en vez de optimizar los recursos disponibles corre el riesgo de producir descartes humanos. Optimizar los recursos significa usarlos de manera ética y solidaria y no penalizar a los más frágiles.”

Llama la atención que el Papa a la hora de hablar sobre la utilización de los recursos sanitarios no utiliza términos como eficacia, eficiencia, equidad, tan frecuentemente utilizados en gestión sanitaria …. El Papa utiliza el termino “óptimo”.

Define el diccionario como óptimo a aquello “que es extraordinariamente bueno o lo mejor, por lo cual resulta muy difícil o imposible encontrar algo más adecuado”.

Y además une el término de óptimo al de ético (que tenga en cuenta el bien de la persona), solidario (que tenga en cuenta el bien de los demás) y que no penalice al frágil (que tenga en cuenta “sobre todo” a los más débiles)…

Esta es la forma de hacer que la persona enferma ocupe el centro del sistema sanitario.

Un elemento clave para un nuevo paradigma de la salud.